Quizás una de las piezas más espectaculares de la armadura samurái, el kabuto o casco cumplió una función tan defensiva como teatral. Sus diseños incluían formas complejas y elementos ornamentales que debía impresionar al enemigo y además identificar a quien lo portaba.
El kabuto está constituido por una pieza central o copa denominada hachi, una visera frontal, maezachi, y piezas laterales salientes, fukigaeshi, similares a orejas que otorgaban protección contra las flechas. El adorno que llevan los kabuto en el frente se denomina maedate, y hacía las veces de insignia o estandarte, representando el clan al que pertenecía el samurái que lo portaba. Con el advenimiento de la era Meiji (1868-1912), las autoridades prescindieron de la clase de guerreros, absorbiendo a algunos de ellos en la moderna administración pública, compensando a los de mayor linaje, y marginalizando a los de menor estofa.